El Miércoles de Ceniza marca el inicio de la Cuaresma, un tiempo de reflexión, penitencia y renovación espiritual en la tradición cristiana. Es un día de humildad y recogimiento, donde los fieles reciben la imposición de ceniza en sus frentes como un recordatorio de la fugacidad de la vida y la necesidad de arrepentimiento. Este día nos invita a reflexionar sobre nuestras acciones, a buscar la reconciliación y a prepararnos para la celebración de la Pascua, renovando nuestra relación con Dios y con los demás.